El Aceite de oliva Virgen. Tus conservas caseras

En nuestras comidas tomamos aceite a diario. Y sin embargo no sabemos muchas cosas de sus propiedades, su elaboración… Si sabemos, que el aceite de oliva, es utilizado desde la antigüedad, muestra de ello, es que Homero lo designó como «Oro Líquido».

¿El aceite de oliva caduca?

La respuesta es no, pero con matices. Precisamente, el aceite de oliva puede presumir de ser uno de los pocos alimentos que ha sustituido la “fecha de caducidad” por la de “fecha de consumo preferente”

La fecha de caducidad es la fecha a partir de la cual puede existir un riesgo para la salud del consumidor, por lo que en ningún caso debería consumirse el producto, y desde luego es mejor tirarlo a la basura para evitar intoxicaciones.
Aunque el aceite de oliva no caduca, sí es obligatorio ponerle una fecha de consumo preferente, después de la cual, la empresa envasadora (que no tiene porque ser la productora) ya no garantiza que el producto siga manteniendo íntegras sus propiedades y calidad original. El paso del tiempo y sobretodo una mala conservación, provocarán que los aromas y sabores agradables se pierdan y puedan aparecer otros componentes que hagan perder sus propiedades.

Por ello, lo ideal es conservar el aceite protegiéndolo de la luz y manteniéndolo a una temperatura ambiente constante, ni muy elevada, ni muy baja. Es importante también que lo alejemos del contacto con el aire (conservándolo en envases o depósitos herméticos), que lo oxidarán y conducirán al enranciamiento.

Cómo hacer conservas caseras con aceite de oliva

El poder del aceite de oliva como conservante natural en alimentación es conocido desde antaño. Todos tenemos recuerdos de nuestras abuelas o madres elaborando conservas caseras de tomate, pisto, pimiento, setas, queso, carne, pescado, etc., y que después disfrutábamos durante todo el año.

Este efecto conservador del aceite de oliva es debido principalmente a su contenido en polifenoles y vitamina E, que son poderosos antioxidantes naturales que protegen los alimentos frente a los microorganismos patógenos que los deterioran.

La conserva es una forma de aprovechar mejor los productos de temporada, de forma natural, barata y respetuosa con el medio ambiente. Asimismo se trata de alimentos ricos sin conservantes ni colorantes y que frecuentemente son la base de recetas tradicionales.

Necesitaremos hueco en nuestra despensa o trastero para guardar los botes de cristal que luego harán las delicias de toda la familia.

Nuestra receta:

Tomate frito. Se pelan los tomates, se trocean y se fríen con un buen aceite de oliva virgen extra, pudiéndose acompañar de cebolla, ajo o cualquier especia que nos guste. Cuando el tomate está hecho, lo ponemos en tarros de cristal y se cierran al “vacío casero”, hirviéndolos al “baño maría”. No conviene sacar los tarros inmediatamente del agua caliente, es mejor dejarlos que se enfríen juntos. De la misma forma se elabora el pisto en conserva, añadiendo al tomate verduras, pimientos, cebolla, calabacín o berenjena. Las setas o los champiñones también pueden prepararse de la misma manera, añadiendo un toque de pimienta.

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